Padres denuncian que al menos 20 niños fueron afectados por alimentos en mal estado en la escuela, mientras la directora se mantiene en silencio. Autoridades investigan el caso.
En un incidente alarmante, padres de alumnos de la escuela Mercedes Nievas de Castro, en Zonda, se presentaron ante el establecimiento tras recibir informes de que varios niños estaban descompuestos. Según denuncias, los menores habrían sido alimentados con fideos secos, pelotas de fideos y carne en mal estado.
El jueves al mediodía, al menos 20 niños fueron retirados de la escuela debido a síntomas como dolor de panza, fiebre y vómito, sugiriendo una posible intoxicación alimentaria. Madres indignadas exigieron respuestas a la directora, quien optó por no hablar con los padres y desconoció la situación.
Madres entrevistadas revelaron que esta no es la primera vez que la escuela enfrenta problemas con la calidad de las comidas. Alegan incumplimientos en el cronograma de comidas y suministros en mal estado, señalando que esta situación fue el detonante.
Los primeros niños trasladados en ambulancia, quienes recibieron un cuadro de intoxicación alimentaria, presuntamente consumieron fideos tallarines con tuco en el almuerzo. Más de 10 niños buscaron atención médica, y se estima que al menos 22 resultaron afectados.
Cerca de 100 padres se congregaron frente al colegio en busca de respuestas, pero la directora, Nancy Lovuol, se mantuvo en silencio, declarando desconocer la situación. Lovuol, quien está de licencia, afirmó haberse presentado recién el martes a trabajar y estar separada del comedor debido a una investigación por presunto desvío de fondos.
Ante la gravedad del caso, el Ministerio de Desarrollo Humano anunció la realización de un informe para esclarecer lo sucedido. Fuentes del ministerio destacaron que el sistema de comedor es gestionado por cada establecimiento, y se realizarán controles más rigurosos.
La directora del nivel primario del Ministerio de Educación, Cecilia González, visitó la escuela para investigar el caso, acompañada por personal de Bromatología de Salud, quienes tomaron muestras de alimentos y agua para análisis. El establecimiento, ya intervenido previamente, enfrenta cuestionamientos por discrepancias entre facturas y alimentos suministrados.