El viernes marcó la implementación de un ajuste significativo en los precios de los combustibles, con Shell liderando el camino. Los valores se dispararon con aumentos que impactan directamente en los bolsillos de los consumidores.
Desde este viernes, los ajustes de precios de Shell fueron notables: un aumento del 17% en el gasoil, un 13% en Euro, un 19% en la nafta Súper, y un 14% en V-power. Estos porcentajes reflejan una escalada del 35% en los precios de los combustibles desde noviembre, momento en el cual expiró el acuerdo de “Precios Justos”. Este acuerdo había sido establecido con el objetivo de controlar las variaciones en el sector de hidrocarburos.
El impacto de esta nueva suba se hace sentir especialmente en un contexto donde la movilidad se incrementa, dado el inicio de un fin de semana largo. Los consumidores expresan su preocupación por el constante encarecimiento de los combustibles, señalando que afecta no solo al transporte personal, sino también a los costos logísticos de diversas industrias.
Este segundo aumento en tan corto periodo de tiempo plantea interrogantes sobre la sostenibilidad económica para los usuarios finales y para sectores productivos que dependen en gran medida del transporte. Además, deja entrever la necesidad de revisar y replantear estrategias para evitar que estos incrementos impacten negativamente en la economía nacional.