En la División Rural de la Policía de San Juan funciona un proyecto que da una segunda oportunidad a caballos criollos que fueron rescatados de casos de maltrato y cuatrerismo. Actualmente, 28 efectivos trabajan junto a animales que no provienen del suministro policial y que hoy cumplen funciones vinculadas al servicio y a la recuperación de su propia especie.
Entre los rescates más destacados se encuentran Esperanza y Elegante, que fueron salvados cuando estaban a punto de ser faenados por un cuatrero. También Cirineo, Perdigón y Sonic, recuperados en distintos operativos, fueron incorporados y entrenados para desempeñarse en actividades de patrullaje.
Los caballos reciben una dieta balanceada con pasto de primera calidad, avena y alimento específico, además de controles veterinarios mensuales para garantizar su bienestar. Cada ejemplar es evaluado antes de comenzar su entrenamiento, un proceso que puede durar hasta seis meses.
El adiestramiento busca generar confianza entre jinete y caballo, reforzando la disciplina y la obediencia necesarias para el servicio. Asimismo, incluye rutinas recreativas que les permiten mantenerse activos en un ambiente saludable.
Cuando cumplen su ciclo de servicio, algunos animales son donados a escuelas agrotécnicas o instituciones educativas, mientras que otros colaboran en programas de equinoterapia, convirtiéndose en agentes de inclusión y apoyo comunitario.