La última cifra de inflación en noviembre marca un aumento significativo del 12,8%, según datos revelados tras la gestión de Alberto Fernández y Sergio Massa. Sin embargo, los analistas advierten que esta cifra es solo el comienzo de un panorama más desafiante para la economía.
En comparación con octubre, que registró una caída del 8,3%, el incremento de noviembre es el más pronunciado desde 1991. Los expertos señalan que este repunte se debe al efecto de las PASO en agosto y septiembre, que ya había provocado un aumento abrupto de los precios.
Este dato, aunque preocupante, es considerado por los analistas como una “foto vieja” debido al impacto de los aumentos previos a la asunción de Javier Milei y las posibles repercusiones
de la devaluación de Luis Caputo. Estos elementos sugieren que la situación podría empeorar considerablemente en los próximos meses.
La gestión saliente del gobierno habla de un rango estimado entre el 20% y el 40% para diciembre, enero y febrero, anticipando remarcaciones y la influencia directa de la devaluación reciente. Los economistas alertan que este pronóstico podría traducirse en una escalada inflacionaria que pondría a prueba la estabilidad económica del país.
Con el 12,8% de noviembre, la inflación acumula un alarmante 148,2% en lo que va del año, y la tasa interanual ha alcanzado un asombroso 160,9%. Estos números reflejan una tendencia preocupante que podría impactar negativamente en diversos sectores de la sociedad, desde el consumo hasta la inversión.
La incertidumbre económica persiste, dejando a la población y a los sectores productivos a la espera de medidas que puedan frenar este vertiginoso aumento de los precios. Mientras tanto, la inflación sigue siendo un desafío urgente para las autoridades entrantes, quienes deberán enfrentar un escenario económico complejo en los próximos meses.