La misteriosa muerte de un changarín en Santa Lucía conmueve a la comunidad, mientras las autoridades investigan las circunstancias que rodearon el fallecimiento de Alexis Gustavo Guzmán.
En un suceso que ha dejado consternada a la comunidad de Santa Lucía, la Unidad Fiscal de Delitos Especiales llevó a cabo una exhaustiva investigación el pasado viernes tras el hallazgo del cuerpo sin vida de un changarín de 34 años en un taller mecánico de la localidad. A pesar de que la autopsia aún no ha arrojado resultados definitivos, fuentes judiciales sugieren que la principal hipótesis apunta hacia una muerte de origen natural, descartando así la posibilidad de homicidio o suicidio.
La víctima, identificada como Alexis Gustavo Guzmán, era un ciudadano argentino y residente de Alto de Sierra. Fue su empleador, Raúl Fernández, propietario del taller mecánico “El Zorro” ubicado en la Avenida Libertador San Martín 6185, quien descubrió su cuerpo alrededor de las 16 horas, mientras se disponía a realizar sus tareas rutinarias. Fernández inmediatamente contactó al servicio de emergencias médicas (107), cuyo personal confirmó el fallecimiento en el lugar.
Aunque el médico legista no encontró signos evidentes de lesiones externas o fracturas en el cuerpo de Guzmán, la causa de su muerte sigue siendo un enigma. Por este motivo, se ha procedido al traslado del cuerpo a la Morgue para llevar a cabo una autopsia detallada que arroje luz sobre las circunstancias de su deceso.
Según testimonios de familiares y vecinos, Guzmán había regresado a su vivienda alrededor de las 13:30 horas para almorzar con sus hermanos antes de volver al taller. Un vecino afirmó haberlo visto entrar en el taller alrededor de las 14:15 horas, llevando consigo un carrito. Todos quienes lo conocían coincidieron en que Guzmán era conocido por ser una persona colaboradora, sin conflictos con los vecinos, pero lamentablemente enfrentaba problemas de adicción al alcohol.
En el lugar de los hechos se encontró un vaso plástico de color rojo con una sustancia líquida en su interior, el cual fue incautado como evidencia para su posterior análisis. Según las autoridades judiciales, no se encontraron indicios de que el vaso contuviera ninguna sustancia venenosa o bebida que pudiera resultar letal.
El fiscal Francisco Micheltorena y el ayudante fiscal Adrián Elizondo, junto con el equipo de Criminalística y la policía de Delitos Especiales, han liderado las investigaciones para esclarecer este trágico suceso. Como medida de precaución, el taller mecánico ha sido cerrado y preservado para llevar a cabo las pericias necesarias, mientras la comunidad local espera con ansias respuestas y justicia en este misterioso caso.