La hipótesis de secuestro se disipa cuando se descubre el incidente que mantuvo atrapada a la pareja en una zona sin señal de teléfono.
La tensión y la preocupación se apoderaron de la familia de Gilda Gladis Otarola y Carlos Raúl Maciel el pasado domingo, cuando la pareja no regresó a su hogar después de salir a disfrutar de un día al aire libre. La hija de la pareja tomó medidas inmediatas y denunció su desaparición en la Seccional 13ª, dando inicio a una intensa búsqueda que involucró a las autoridades locales.
En un primer momento, las sospechas apuntaban hacia un posible secuestro, ya que se había informado que la pareja había sido vista por las cámaras del CISEM entrando y saliendo de un hipermercado local al mediodía. Sin embargo, esta preocupante hipótesis se disipó cuando se conoció la versión proporcionada por el fiscal Renato Roca.
Según el fiscal Roca, la pareja había emprendido un viaje en su vehículo 4×4 por la autopista, tomando la Ruta 40 hacia el Norte. Todo parecía transcurrir con normalidad hasta que, alrededor de las 17 o 18 horas, los registros se perdieron cuando la pareja regresaba a la ciudad en dirección Sur. En ese momento, el contacto con Gilda y Carlos se interrumpió por completo, lo que aumentó la preocupación de sus seres queridos.
Finalmente, después de casi 24 horas de angustia, la pareja fue encontrada sana y salva en la localidad de Mogna, en el departamento Jáchal. El vehículo en el que viajaban, una Toyota Hilux de color blanco, había quedado atascado en la zona. La falta de señal de teléfono y la posterior agotamiento de la batería de sus dispositivos impidieron que Gilda y Carlos pudieran pedir ayuda.
Fue un camión que pasaba por la zona el que brindó la asistencia necesaria para remolcar su vehículo y sacarlos del lugar. Una vez en seguridad, la Policía que participaba en el operativo determinó que la pareja se encontraba en buen estado de salud.
El fiscal Roca destacó la importancia de la colaboración de la comunidad y expresó que, a pesar de conocer la zona, la pareja enfrentó dificultades que los llevaron a quedarse atrapados en ese lugar inhóspito.
Este incidente, que mantuvo en vilo a la familia y a la comunidad local, finalmente ha concluido con un final feliz para Gilda Gladis Otarola y Carlos Raúl Maciel, quienes, a pesar de las adversidades, están ahora de regreso en su hogar, ilesos y a salvo.