Mateo Miranda Herrera, el valiente niño de 9 años que, tras ser víctima de un violento acto perpetrado por su propio padre, muestra una sorprendente recuperación en el Hospital Guillermo Rawson.
El pasado jueves, un trágico suceso estremeció a la comunidad cuando un padre disparó a sus dos hijos, de 4 y 9 años, y a su esposa, para luego intentar quitarse la vida. En medio de la tragedia, Mateo quedó en estado crítico, pero hoy, en un giro asombroso, experimenta notables avances en su salud.
Mateo ha superado la gravedad y ha sido trasladado a una sala común, donde no solo se recupera físicamente, sino que también muestra signos de normalidad al pedir lápices y papeles para dibujar, buscando entretenimiento mientras avanza en su proceso de recuperación.
La madre de Mateo, Julieta Herrera, de 32 años, también ha experimentado mejorías significativas y ha logrado recuperar la capacidad de caminar por sus propios medios. Mientras tanto, el hermanito del valiente niño continúa su proceso de recuperación.
La buena noticia es que los tres miembros de la familia se encuentran fuera de peligro. Permanecen internados en el Hospital Guillermo Rawson, donde el personal médico monitorea de cerca su evolución. Además, reciben el apoyo de psicólogas de Cavig para enfrentar el trauma emocional generado por este terrible episodio.
