Los resultados de la autopsia de Jorge Carrizo, encontrado muerto una semana después de su desaparición, desconciertan a las autoridades al revelar asfixia por inmersión, sin evidencia de violencia física.
El misterio en torno a la desaparición y muerte de Jorge Carrizo (40) en Agua de las Chilcas, Villa Ibáñez, ha tomado un giro oscuro después de que los resultados de la autopsia arrojaran nuevas revelaciones. El cuerpo de Carrizo fue encontrado una semana después de su desaparición en un canal que desemboca en la Central Hidroeléctrica AES, a aproximadamente 5 kilómetros de su última ubicación conocida.
Según las fuentes de la investigación, el informe de la autopsia señala que Jorge Carrizo “falleció por muerte violenta, producto de una asfixia por sumersión”. Sorprendentemente, no se encontraron heridas de arma blanca, de fuego ni signos de golpes que pudieran haber causado su muerte. Sin embargo, el cuerpo presentaba escoriaciones en las extremidades inferiores, sugiriendo un arrastre en el canal.
Es importante destacar que el cuerpo de Carrizo no mostraba ningún otro golpe o rasguño exterior, lo que aumenta aún más el misterio en torno a su muerte.
La Unidad Fiscal de Delitos Especiales, bajo la dirección del fiscal Coordinador Adrián Riveros, está a la espera de los resultados de estudios complementarios para determinar si Carrizo estaba bajo los efectos de la ingesta de alcohol o drogas en el momento de su muerte. Cabe recordar que el 26 de agosto, Carrizo se encontraba en compañía de su padre en un puesto en la zona de Agua de Chilca, pero se sintió mal y decidió regresar solo a su casa, un viaje que lamentablemente nunca completó.