La medida, ligada a la paritaria de los trabajadores del Congreso, eleva los ingresos mensuales de los legisladores a $8 millones, desatando críticas y debates sobre la equidad y la justificación de estos incrementos en un contexto económico desafiante.
A partir del próximo mes, los senadores de la Nación recibirán un incremento salarial que elevará sus ingresos brutos de $7 millones a $8 millones mensuales, lo que se traduce en un neto superior a los $5 millones. Este ajuste es consecuencia directa de la paritaria de los trabajadores del Congreso Nacional, que estipula un incremento del 9%, con un 2% retroactivo a abril y un 7% en mayo.
El aumento de sueldo para los legisladores de la Cámara Alta ha generado polémica y ha sido motivo de debate en el recinto. A pesar de las diferencias de opiniones y el rechazo de los legisladores libertarios como Javier Milei y Victoria Villarruel, el ajuste fue aprobado por consenso de todas las fuerzas políticas. Cabe destacar que, aunque algunos legisladores criticaron el aumento, ninguno renunció a este beneficio, a diferencia de otros casos en los que se donaron los incrementos.
El nuevo esquema salarial contempla que los senadores percibirán su dieta a través de 2.500 módulos de $1.800 cada uno, más adicionales por gastos de representación y desarraigo. Solamente cuatro senadores no reciben el adicional por desarraigo. Además, se sumará una dieta adicional para compensar el aguinaldo, elevando el número total de dietas a 12.
El descontento también se ha hecho sentir en la Cámara de Diputados, donde los legisladores cobran entre $2,5 y $3 millones menos que sus pares del Senado. Diputados de la oposición han manifestado su inconformidad con esta disparidad y han elevado sus reclamos al presidente de la Cámara, Martín Menem, quien prometió abordar el tema tras el debate de la Ley Bases, aunque aún no se han producido cambios.
Propuestas de legisladores como Carlos D’Alessandro y María Eugenia Vidal sugieren atar los incrementos salariales de los legisladores a los de los jubilados, mientras que el diputado federal Oscar Agost Carreño propone equiparar las dietas de las cabezas de los tres poderes del Estado. En la actualidad, un empleado de planta permanente de la Cámara de Diputados con mayor antigüedad puede llegar a tener ingresos superiores a los de los legisladores.
El aumento salarial para los senadores ha suscitado un amplio rechazo en la sociedad, que cuestiona la justificación de estos incrementos en un contexto económico difícil. Mientras tanto, se espera que el debate continúe en ambas cámaras del Congreso en los próximos meses.