San Juan fue cuna de un hito en la historia política de Latinoamérica: la primera mujer en ocupar el cargo de intendenta en la región fue Eva Araya de Collado, designada en 1927 para liderar el distrito de Calingasta.
A pesar de la trascendencia de este nombramiento, la historia no ha sido justa con Eva Araya, cuyo nombre ha sido registrado de manera confusa en distintos documentos como “Emilia Collado”. Sin embargo, su legado como pionera en la dirigencia comunal en San Juan y en toda América Latina sigue vigente.
El decreto de su designación fue firmado por el entonces gobernador de San Juan, Aldo Cantoni, en un momento en que la participación política de las mujeres era una rareza. Esta designación fue el resultado de la reforma constitucional provincial de 1927, que permitió la participación de las mujeres en el ámbito político.
Aunque no accedió al cargo por elección popular, su nombramiento marcó un precedente que abrió las puertas para futuras generaciones de mujeres en la política sanjuanina y argentina.
En honor a su legado, una calle en el barrio Arrayanes III de Trinidad lleva su nombre, junto a otra arteria que homenajea a Emar Acosta, la primera diputada provincial electa en San Juan.