La odisea de Juan José Iturriaga, diagnosticado con cáncer de intestino, sufre una situación crítica, por falta de atención médica y trabas para recibir tratamiento.
En medio de una batalla contra el cáncer de intestino, Juan José Iturriaga y su pareja, Stella Maris, denuncian un abandono de persona por parte de la obra social CONSALUD. La odisea comienza en mayo, cuando a Juan le diagnostican la enfermedad, y la situación empeora con una serie de incidentes que han afectado gravemente su atención médica.
El drama alcanza su punto álgido cuando, tras amenazas de recurso de amparo, logran obtener la medicación en agosto. Sin embargo, la falta de coordinación entre la clínica y CONSALUD resulta en una demora crítica: el 22 de septiembre, Juan debía ser operado de urgencia, pero la obra social cierra a las 16, impidiendo la realización de una tomografía necesaria. La operación se pospone al día siguiente, y la odisea continúa con disputas por la internación domiciliaria a principios de octubre.
La situación se agrava cuando, tras una llamada de Stella Maris, descubren que la internación domiciliaria, inicialmente solicitada por 30 días, fue reducida a 7 días sin previo aviso. La falta de médico y la escasa atención médica se suman a la precaria situación, agravada por la necesidad constante de un concentrador de oxígeno.
La obra social, en una reunión citada por la gerencia médica el 8 de noviembre, informa a Stella Maris que la internación domiciliaria era necesaria por 30 días, pero la discontinuaron prematuramente por considerar estable a Juan. Sin embargo, la realidad desmiente esta afirmación, ya que el paciente aún depende del oxígeno y sufre de anemia, según los análisis realizados el 17 de noviembre.
La odisea continúa con la necesidad urgente de una transfusión de plaquetas. Sin embargo, la burocracia y la falta de autorización de CONSALUD generan un desesperante retraso. La orden de consulta llega tarde, exigiendo un plus de $13,000 que Stella Maris no puede costear de inmediato. A pesar de recibir atención médica, el costo de los insumos necesarios para la transfusión, sumado a la descoordinación de la obra social, deja a Juan José Iturriaga en una situación crítica y sin garantías de recibir el tratamiento necesario a tiempo.
Esta historia evidencia las deficiencias en el sistema de salud y la necesidad urgente de una revisión en la atención de pacientes oncológicos, garantizando que la burocracia no sea un obstáculo para la vida de quienes luchan contra enfermedades devastadoras.