Cerca de 800,000 trabajadores argentinos dejarán de pagar el impuesto a las Ganancias a partir de octubre, según el decreto anunciado por el Ministro de Economía, Sergio Massa, marcando un cambio significativo en la política fiscal del país.
El ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, ha dado a conocer el decreto que elevará el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, marcando un importante cambio en la política fiscal del país. El decreto, que será publicado en el Boletín Oficial, establece que solo los trabajadores que perciben más de 15 salarios mínimos, vitales y móviles, equivalentes a $1.770.000, estarán sujetos a este impuesto.
Este cambio beneficiará a cerca de 800,000 trabajadores, quienes dejarán de pagar el impuesto a las Ganancias a partir del 1° de octubre de 2023. Sin embargo, esto conllevará un costo fiscal para el Gobierno Nacional de alrededor de $1 billón al año.
Massa expresó su deseo de que esta medida se convierta en ley, destacando la importancia de proteger los salarios de los trabajadores. Además, confirmó que los cambios regirán desde el 1° de octubre y se aplicarán de manera similar a los jubilados.
La actualización de los valores será semestral, y en esta ocasión, el mínimo no imponible de 15 salarios mínimos se mantendrá hasta el 31 de diciembre de 2023.
Además, el Gobierno planea enviar un Proyecto de Ley al Congreso para consolidar estos cambios de manera permanente, manteniendo una escala progresiva de alícuotas que varían entre el 27% y el 35%, dependiendo del nivel de ingresos.
El decreto también especifica cómo se aplicará la deducción del impuesto sobre el Sueldo Anual Complementario de 2023 (aguinaldo), utilizando el nuevo mínimo no imponible de $1.770.000 y el promedio del segundo semestre calendario de la remuneración y/o haber bruto.
Es importante destacar que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se encargará de implementar los cambios necesarios para reducir las retenciones de los jubilados y trabajadores que continúen tributando Ganancias, garantizando la progresividad del tributo y evitando que su carga neutralice la política salarial adoptada por el Gobierno.
Estos cambios representan un importante alivio fiscal para un gran número de trabajadores argentinos y marcan un paso significativo hacia una reforma en el impuesto a las Ganancias que busca equilibrar la carga tributaria en el país.
