En un contundente informe presentado por la UCA, se revela que la pobreza en Argentina ha alcanzado su punto más alto en el tercer trimestre de 2023, situándose en un alarmante 44,7%. A pesar de los esfuerzos y el aumento del gasto social, los indicadores socioeconómicos muestran un deterioro significativo, exacerbado por la crisis económica que azota al país. Analicemos los factores detrás de este preocupante panorama y las proyecciones para los próximos meses.
En medio de una crisis económica persistente, los indicadores de pobreza en Argentina alcanzan niveles alarmantes, según el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA. En el tercer trimestre de 2023, la pobreza se sitúa en un preocupante 44,7%, con un aumento de 1,6 puntos desde el cierre de 2022. La indigencia también ha aumentado, llegando al 9,6%, reflejando un incremento de 1,5 puntos en comparación con el año anterior.
El informe destaca que el estancamiento del crecimiento económico, la inflación y la falta de empleo formal son los principales impulsores de esta situación. A lo largo de los últimos 23 años, el crecimiento promedio per cápita ha sido insuficiente para abordar las deudas sociales históricas y proporcionar soluciones a las demandas fundamentales de la sociedad.
La infancia se ve especialmente afectada, con un impactante 62,9% de niños y niñas viviendo en la pobreza. La asistencia social ha desempeñado un papel crucial en la mitigación de la situación, ya que sin bonos extraordinarios, la tasa de pobreza podría llegar al 46,6%.
El fenómeno de trabajadores formales bajo la línea de pobreza también está en aumento, con un 32,5% de los empleados viviendo en hogares en situación de pobreza. La falta de empleo de calidad y la disminución del poder adquisitivo son factores clave.
Con un cambio de gobierno que anuncia recortes en el gasto público para abordar el equilibrio fiscal y la persistencia de la alta inflación, las proyecciones futuras no son alentadoras. La UCA anticipa un aumento de la pobreza debido a la disminución del poder adquisitivo de las clases medias bajas y la mayor dependencia de la asistencia pública.
En un intento por estabilizar la economía, se prevé un periodo de ajuste que podría aumentar la crisis social antes de que se vean mejoras significativas. Se estima que, estadísticamente, los niveles de pobreza e indigencia podrían incrementarse en uno o dos puntos más en los primeros meses de 2024.
La sociedad argentina enfrenta desafíos inminentes, con la necesidad de equilibrar la estabilidad económica y social en un contexto de incertidumbre.