

El gobierno de San Juan ha lanzado un ambicioso plan de asistencia para mitigar los efectos de la crisis económica, la caída del consumo y las inclemencias climáticas que afectan al sector agrícola. Con una inversión superior a los 12.400 millones de pesos, la provincia ofrece créditos financieros y subsidios no reintegrables para viñateros, productores agrícolas y establecimientos elaboradores.
La iniciativa, impulsada por el gobernador Marcelo Orrego y ejecutada por el Ministerio de Producción, Trabajo e Innovación en coordinación con el Ministerio de Economía, busca garantizar la continuidad de las actividades productivas mediante una administración eficiente de los recursos. La estrategia se divide en diferentes líneas de acción según las necesidades específicas del sector.
Entre las principales medidas destacan los créditos para la cosecha, con 7.000 millones de pesos en préstamos de tasa subsidiada para viñedos y otros cultivos. Además, se ha dispuesto un anticipo histórico para la elaboración de mosto en conjunto con Mendoza, permitiendo a los productores devolver los fondos recibidos con el mismo producto elaborado.
Otra de las ayudas clave son los subsidios por daños climáticos, con 250 millones de pesos destinados a pequeños productores afectados por eventos meteorológicos. También se han implementado créditos para la recomposición de capital de trabajo y beneficios en tarifas eléctricas para regantes y bodegas con alto consumo estacional.
Finalmente, se eliminó la tasa fitosanitaria para los sectores elaboradores de vinos y mosto, generando un ahorro anual de 300 millones de pesos para las industrias agrícolas de San Juan. Además, la provincia asumirá los costos de la campaña fitosanitaria contra la lobesia botrana, reforzando su compromiso con la protección de la producción local.