Finalmente, San Martín de San Juan a la Primera División del fútbol argentino, un sueño cumplido gracias a los cabezazos de Federico González y el ingresado Nazareno Fúnez. Con estos goles, el Verdinegro tocó el cielo y celebró el regreso a lo más alto del fútbol nacional.
Para los hinchas sanjuaninos, este ascenso tiene un sabor aún más especial, ya que el club vuelve a la Primera después de cinco años de lucha, perseverancia y sacrificio. Es el cuarto ascenso de la historia de San Martín (tras los de 2007, 2011 y 2014), pero esta vez, la emoción es indescriptible. La gente que siguió al equipo durante cada paso en la B Nacional, que nunca dejó de soñar con el regreso, vivió esta victoria con una alegría desbordante. En la cancha de Belgrano, donde se desató la fiesta, los colores y el fervor sanjuanino brillaron con fuerza, como una prueba más de lo grande que es este club.
La victoria, aunque no estuvo marcada por una lluvia de ocasiones de gol, sí lo estuvo por la ambición, el buen manejo del balón y la contundencia en los momentos decisivos. Los jugadores de San Martín se entregaron al máximo en cada minuto, y su esfuerzo tuvo la recompensa que tanto habían soñado. El silbato de Nicolás Ramírez desató la explosión de emociones en los futbolistas, quienes, al final del partido, se arrodillaron en el césped, abrazados por la gloria de haber cumplido un objetivo largamente esperado.
En un día tan especial, Nazareno Fúnez, quien solo 20 días antes había sido operado de apendicitis, anotó el gol que selló el ascenso. “Y ya lo ve, y ya lo ve, el que no salta es de la B”, cantaban los hinchas, mientras saltaban de alegría, reconociendo el esfuerzo incansable de su equipo.
El ambiente de emoción se trasladó también hacia las tribunas, donde los seguidores sanjuaninos demostraron todo su apoyo incondicional. Se vivió una fiesta inigualable, una que quedará grabada en la memoria de todos los hinchas que, después de tanto tiempo, volvieron a ver a su querido San Martín en lo más alto. La recompensa a tantos años de sacrificio y apoyo se hizo realidad, y la ciudad de San Juan celebra, con el pecho inflado de orgullo, el regreso a la Primera División.
En esta tarde de gloria, los hinchas de San Martín no solo celebran un ascenso, sino también la reivindicación de su pasión, su amor incondicional por el club y la satisfacción de ver a su equipo, finalmente, donde siempre debió estar.
