En un giro trágico que ha conmovido a la comunidad del fútbol argentino, tres personas han sido imputadas en relación con la muerte de Pablo Serrano, un apasionado hincha de River Plate que falleció en el estadio Monumental el pasado 3 de junio
Según la fiscal Celsa Ramírez, la tragedia podría haberse evitado si se hubieran tomado las medidas adecuadas para evitar que Serrano cayera desde la tribuna Sívori Alta, donde se encontraba en estado de ebriedad.
Los imputados en este caso son Fernando Nicolás Menem, socio de la empresa Tech Security, Adrián Giannasi, jefe de operaciones de la misma compañía de seguridad, y Daniel Rojas, gerente del área de Seguridad del club River Plate. La fiscalía alega que estos individuos no implementaron las medidas necesarias para prevenir la tragedia y no controlaron adecuadamente el ingreso de los simpatizantes al estadio, en particular aquellos que se encontraban en estado de ebriedad.
La causa ha sido caratulada como homicidio culposo, un delito que puede llevar a penas de prisión pero que, en este caso, es excarcelable. La tragedia se produjo cuando Serrano, de 53 años, ingresó al estadio Monumental con un nivel de alcohol en sangre de 2,6 gramos. En un intento por subirse a la baranda de la Sívori Alta, cayó desde una altura de aproximadamente 15 metros y sufrió lesiones fatales. La autopsia reveló que la causa de la muerte fue politraumatismo, traumatismo abierto de cráneo con pérdida de masa encefálica y hemorragia externa.
Este caso ha generado un debate sobre la seguridad en los eventos deportivos y la responsabilidad de los organizadores y las empresas de seguridad en la protección de los espectadores. La comunidad del fútbol y los familiares de Pablo Serrano esperan que la investigación proporcione respuestas y que se tomen medidas para prevenir futuras tragedias en los estadios.